jueves, 29 de noviembre de 2007

Cómo destrozarle la infancia a alguien

Ahora, 20 años después, descubro la maldad que encerraba Barrio Sésamo. Qué horror.

Nunca imaginé la perversa influencia que podía ejercer Blas.

Si hace uno o dos años veíamos a los personajes de Walt Disney haciendo marranadas en la trastienda, ahora nos damos cuenta de que lo peor de todo existía mucho antes, con la serie con la que muchos crecimos.

Es horroroso, como dice The New York Times, lo que estos depravados nos enseñaron durante décadas a los que ahora somos adultos, o algo parecido.

Menos mal que a día de hoy nuestros niños ya están a salvo de todo eso, puesto que la reedición de estas barbaridades se ha censurado, pues es "sólo para adultos". Ahora nuestros niños podrán educarse en las películas de Hollywood, que como todo el mundo sabe no contienen escenas de violencia, en el Anime (dibujos animados japoneses), que tampoco contiene sexo, o en videojuegos tan educativos como hace pocos años era Mortal Kombat (lo siento, no estoy muy actualizado, en este tema...)

Por supuesto, todo esto viene de una nación que cuida mucho la educación de sus ciudadanos. No puede ser que los niños de hoy conozcan al Monstruo de las Galletas, pero no hay problema en que la gente pueda andar tranquilamente con una pistola por la calle.